El Museo de Arte Kansong, el museo privado más antiguo de Corea del Sur, reabrió sus puertas en primavera, marcando el final de una extensa restauración y el comienzo de un nuevo capítulo en la preservación del patrimonio cultural coreano.
El Museo de Arte de Kansong fue fundado para proteger e investigar los tesoros culturales de Corea. En sus primeros años, este museo privado se centró en estudiar los objetos de su colección. En 1971 abrió sus puertas con una exposición del pintor paisajista de la era Joseon, Jeong Seon, y desde entonces cada primavera y otoño ha realizado breves exposiciones públicas.
Tras diecinueve meses de reparaciones y restauraciones, el Museo de Arte Kansong de Seúl celebró su reapertura en mayo con la exposición Bohwagak 1938. Entre el 1 de mayo y el 16 de junio atrajo a 30.000 visitantes, como recordatorio de la entusiasta atención que despierta el museo dos veces al año.
Situado en Seongbuk-dong, el museo es conocido por albergar exposiciones durante breves períodos solo en primavera y otoño. Para la exposición de primavera de este año, el museo cambió de rumbo y limitó las entradas a un máximo de cien por hora, para evitar las largas colas y prevenir la masificación. Así, por primera vez mostró algunas de sus primeras adquisiciones, mientras que recurrió a nuevos planos y otros materiales para explicar la restauración del museo.
Bohwagak, la “casa de los tesoros brillantes”, era el nombre original del museo. Fue fundado en 1938, durante el periodo colonial japonés, por Jeon Hyeong-pil (1906-1962), cuyo seudónimo era Kansong.
Jeon compró todos los objetos de la colección del museo con su propio dinero. Heredero de una fortuna prodigiosa, a los 28 años ya figuraba entre las cinco personas más ricas de Corea. Influido por Oh Se-chang (1864-1953), activista independentista y calígrafo, Jeon comenzó a coleccionar objetos para proteger el patrimonio cultural de Corea.
Compró el terreno donde ahora se encuentra el museo, y cuatro años después encargó a Park Kil-yong (1898-1943), de la primera generación coreana de arquitectos, que diseñara un edificio para conservar su floreciente colección y llevar a cabo investigaciones. Park se inspiró en el modernismo minimalista, la tendencia arquitectónica de la época. En reconocimiento a su valor histórico, el museo fue designado como Patrimonio Cultural Registrado Nacional en 2019.
Tras una renovación de 19 meses, entre mayo y mediados de junio de este año presentó una exposición para celebrar la reapertura del Museo de Arte de Kansong. La sala de exposiciones del primer piso exhibió materiales que arrojaban luz sobre la construcción del museo, mientras que el segundo piso mostró pinturas, obras caligráficas y artefactos revelados al público por primera vez.
Busto de Jeon Hyeong-pil en el jardín del Museo de Arte de Kansong. Jeon, educador y coleccionista de arte perspicaz, dedicó su vida a proteger el patrimonio cultural de Corea, haciendo uso de su inmensa riqueza heredada.
VASTA COLECCIÓN
El Museo de Arte Kansong a menudo es mencionado como “tesoro escondido”. Nunca se ha revelado el tamaño exacto de su colección, pero se sabe que tiene más de 10.000 piezas, entre pinturas, obras caligráficas, libros, cerámicas y artesanía, desde el período de los Tres Reinos hasta finales de la dinastía Joseon y la era moderna, doce de las cuales han sido designadas como Tesoro Nacional de Corea, y otras treinta están clasificadas como Tesoros.
Entre las obras más destacadas de la colección figuran el Álbum de pinturas de género de Shin Yun-bok (hacia 1758-1814) y el Álbum del mar y las montañas de Jeong Seon (1676-1759), dos pintores eminentes que dejaron una huella indeleble en la historia del arte coreano.
Otro cuadro de Shin, Miindo (Una bella mujer), es posiblemente más famoso entre los coreanos que la Mona Lisa de Leonardo da Vinci. También es digna de mención la Colección Gadsby, adquirida por Jeon Hyeong-pil en 1938 a John Gadsby, un abogado británico que entonces residía en Japón. Jeon compró a Gadsby veinte piezas de celadón de Goryeo por 400.000 wones (unos 290 dólares al cambio actual), lo que equivalía al coste de 400 casas de la época con tejado de teja, cuatro de las cuales fueron designadas como Tesoro Nacional.
El cuantioso coste de la Colección Gadsby refleja un sentimiento de urgencia. El estallido de la Segunda Guerra Sino-Japonesa en 1937 despertó la preocupación porque los bienes culturales de Corea pudieran dispersarse y perderse si la lucha se extendía. Entonces Jeon trabajó febrilmente para ampliar su colección, y si un objeto era considerado especialmente valioso, no regateaba por conseguir un mejor precio y a menudo acababa pagando más del precio inicial.
El quemador de incienso de celadón con tapa en forma de girin forma parte de la Colección Gadsby del Museo de Arte de Kansong. Se cree que data del siglo XII y fue designado como Tesoro Nacional en 1962. La tapa está tallada con la forma del animal mítico girin (qilin en chino), y fue diseñada para emitir el humo del incienso por la boca.
© Servicio de Patrimonio de Corea
Una pieza emblemática de la colección del Museo de Arte de Kansong es el jarrón de celadón con diseño de nubes y grullas incrustadas. Obra de arte consumado, mide 42,1 cm de alto, un diámetro de boca de 6,2 cm y de 17 cm de base. Fue designado Tesoro Nacional en 1962.
© Servicio de Patrimonio de Corea
ARTEFACTO Nº 1
El tesoro nacional más famoso de la colección del museo es, sin duda, Hunminjeongeum haeryebon (Explicaciones y ejemplos de los sonidos adecuados para la instrucción del pueblo). Hunminjeongeum es el nombre original del hangeul, el sistema de escritura coreano creado durante la dinastía Joseon por el rey Sejong (r. 1418-1450). El Haeryebon, publicado en 1446, es un comentario que explica y da ejemplos sobre cómo utilizar la escritura coreana. Es el único documento del mundo que contiene explicaciones de un sistema de escritura en uso real ofrecidas por su creador. Por este motivo el manuscrito fue designado Tesoro Nacional en 1962 e inscrito en el Registro de la Memoria del Mundo de la UNESCO en 1997.
Haeryebon fue descubierto en 1940 en Andong, en la provincia de Gyeongsang del Norte. Varios registros lo mencionaban, pero hasta entonces nunca se había confirmado su existencia, por lo que la gente solo podía especular sobre los principios de la creación del hangeul. El manuscrito fue hallado en la biblioteca de la casa de una distinguida familia unos 500 años después de ser escrito. Jeon, que llevaba mucho tiempo buscándolo, quedó asombrado ante el hallazgo.
Reconociendo inmediatamente su valor, Jeon compró el libro por 10.000 wones -diez veces el precio de venta- y rogó que la transacción se mantuviera en secreto. En aquella época, las autoridades japonesas habían prohibido el uso del hangeul para aplastar el espíritu del pueblo coreano, e incluso arrestaron a los eruditos. Jeon escondió el libro en una cámara acorazada en Bohwagak hasta que Corea fue liberada.
Flores y mariposas. Koh Jin-seung (1822-?). Colores sobre papel. 22,6 × 116,9 cm. Siglo XIX.
Koh Jin-seung fue un pintor de la corte durante la dinastía Joseon. Se sabe que observaba mariposas y estudiaba su ecología. Sus representaciones de estos insectos son tan meticulosamente detalladas que casi parecen reales.
Cortesía del Museo de Arte Kansong
TESOROS CULTURALES SUPERVIVIENTES
Aunque Corea recuperó su independencia en 1945, tras la caída de Japón en la Guerra del Pacífico, la península coreana estaba dividida entre Corea del Sur y Corea del Norte a lo largo del paralelo 38º. Cuando estalló la Guerra de Corea el 25 de junio de 1950, Jeon evacuó a su familia pero decidió quedarse en Seúl con la esperanza de mantener los bienes de Bohwagak a salvo de las tropas norcoreanas. Los invasores finalmente hallaron la colección y ordenaron a los empleados del Museo Nacional que empaquetaran los tesoros para enviarlos a Corea del Norte. Pero el personal del museo, consciente de la importancia cultural e histórica de esos artefactos, se entretuvo buscando excusas, como la necesidad de hacer primero un inventario y de necesitar cajas más grandes. Sus esfuerzos tuvieron éxito, ya que las fuerzas de la ONU recuperaron Seúl en septiembre, antes de que enviaran nada.
Sin embargo, Seúl volvió a caer pronto cuando las fuerzas chinas se unieron a las norcoreanas. Esta vez, Jeon fue evacuado a Busan junto con soldados y civiles, cargando los objetos más preciados de su colección en un tren, y llevando consigo en todo momento el inestimable comentario del hangeul. Al poco tiempo, los objetos que había dejado atrás comenzaron a aparecer en Busan. Aparentemente habían sido robados y vendidos. Cuando terminó la guerra, en 1953, Jeon regresó a Seúl y encontró su museo gravemente dañado. Pero lejos de desesperarse, se dedicó a reparar el edificio y a buscar los tesoros perdidos. Su compromiso por salvaguardar el patrimonio cultural coreano nunca decayó.
Tras la muerte de Jeon en 1962, la gestión del Museo de Arte Kansong pasó a su hijo y luego a su nieto. En septiembre de ese año inauguró el Museo de Arte Kansong de Daegu, de tres plantas, gracias a una donación de terreno de la ciudad de Daegu y a 44.600 millones de wones de financiación gubernamental.
La sucursal de Daegu, gestionada por la Fundación de Arte y Cultura Kansong, organiza exposiciones de la colección Kansong. La exposición inaugural presenta los objetos más preciados, siendo el más destacado Haeryebon, que se exhibe fuera de Seúl por primera vez desde que se exhibió al público en 1971. La muestra abarca 98 piezas, incluyendo el jarrón de celadón Prunus, con diseños incrustados de nubes y grullas (Tesoro Nacional número 68), y Miindo, la obra más popular entre los visitantes. La exposición puede verse hasta principios de diciembre.
El Museo de Arte de Kansong de Daegu abrió sus puertas el 3 de septiembre de este año. Es el único lugar de exposición permanente de la Fundación de Arte y Cultura de Kansong. La exposición inaugural, que presenta tesoros nacionales seleccionados y obras de su colección, puede verse hasta el 1 de diciembre.
© Kim Yong-kwan
Kang Hye-ran Periodista, The JoongAng Daily
Lee Min-hee Fotógrafo