Hong In-sook es una artista cuyas obras se mueven entre el texto y la imagen. De forma cálida y humorística, ofrece una interpretación moderna del género
munjado, pinturas populares coreanas de ideogramas pictóricos.
Hong In-sook en su estudio. Desde su primera exposición individual en el Museo de Bellas Artes Kyung-in en 2000, ha mostrado una gran originalidad en su arte. La artista escribe las ideas cuando se le ocurren, reflexiona sobre ellas durante un tiempo y luego las plasma en su obra.
El pasado mes de mayo, Hong In-sook celebró su exposición individual Re-rising Moon, Worin cheongangjigok en el Centro de Exposiciones Moryham de Hoehyeon-dong, Seúl. Worin cheongangjigok (Canciones del reflejo de la luna en mil ríos) es un himnario budista escrito por Sejong el Grande (1418-1450), cuarto monarca de la dinastía Joseon, en homenaje a su difunta esposa, la reina Soheon.
En las obras expuestas, Hong se adentra en las emociones de perder a un ser querido, utilizando personajes e imágenes que representan la luna, la luz y el amor. Transforma los personajes en imágenes y las imágenes en personajes, difuminando la línea entre texto e imagen. En su reinterpretación de los ideogramas pictóricos tradicionales, donde el texto y la imagen se perciben como uno solo, Hong explora los valores perdurables de nuestras vidas.
Paisaje de una sola letra: Flower (꽃). 2024. Impresión sobre papel, dibujo y color sobre hanji. 140 × 118 cm.
© Hong In-sook
Paisaje de una sola letra: luz (빛). 2024. Impresión sobre papel, dibujo y color sobre hanji. 140 × 118 cm.
© Hong In-sook
La artista plantea la pregunta “¿Qué palabras dan coraje a la gente?” en forma de ideogramas pictóricos tradicionales. Sus obras se exhibieron en Re-rising Moon, Worin cheongangjigok, que se llevó a cabo en el Centro de Exposiciones de Moryham en mayo de este año.
MEMORIAS DE LA INFANCIA
El munjado es un tipo de pintura popular coreana, una representación pictórica de caracteres chinos clásicos, que incorpora en los trazos historias relacionadas con su significado. Generalmente se dividen en dos categorías: las que enfatizan virtudes del confucianismo, la filosofía oficial del estado de la dinastía Joseon, como la piedad filial, la lealtad y la confianza; y las que expresan deseos de bendiciones, como riqueza, longevidad, felicidad y buena fortuna.
“Mi trabajo difiere del munjado tradicional”, explica Hong. “Como los elementos [de mis pinturas] provienen de mis experiencias de la infancia, se alejan de los valores sociales o los deseos religiosos de buena fortuna”.
La artista describe su trabajo como “paisajes de una sola sílaba”, donde palabras coreanas monosilábicas como dal (luna), jib (hogar), kkot (flor), bab (comida) y ppang (pan), se visualizan de una forma que combina recuerdos pasados con visiones de futuro”.
Paisaje de una sola letra: Well (안). 2020. Impresión sobre papel, dibujo y color sobre hanji. 110 × 90 cm.
© Hong In-sook
Paisaje de una sola letra: Being (녕). 2020. Impresión sobre papel, dibujo y color sobre hanji. 110 × 90 cm.
© Hong In-sook
La exposición Ann, yeong de Hong In-sook, celebrada en Kyobo Art Space en 2020, reflexionó sobre la importancia y el valor del bienestar diario durante la pandemia de COVID-19, época de sufrimiento universal. La artista presentó los dos caracteres an (안) y nyeong (녕), que conforman la palabra coreana “bienestar”, que también sirve como saludo cotidiano.
TÉCNICAS DE GRABADO
La obra de Hong presenta bocetos a lápiz de aspecto infantil, chicas al estilo de los cómics, y paredes formadas a partir de los trazos de los personajes. Su estilo es lúdico y kitsch, aunque también exhibe aspectos de la pintura tradicional sencilla. Sin embargo, los elementos que componen el paisaje (árboles, flores, pájaros, personas, etc.) tienen cierta cualidad artesanal, pues no están dibujados a mano.
“Me especialicé en pintura occidental en la universidad y en grabado en la escuela de posgrado”, explica Hong. “Pensé que el grabado era adecuado para mí, pero faltaba algo. Me sentía limitada por el material occidental cuando encontré la respuesta en el hanji [papel de morera coreano] y las delicadas técnicas de pintura oriental.
Los colores brillantes y lúcidos de su obra son el resultado de aplicar intrincados métodos de impresión. Hong comienza dibujando un boceto en papel estándar y luego crea una copia al carbón en hanji. Después corta placas de papel para cada color, que luego se pintan y se presionan repetidamente sobre el lienzo con una prensa. La posición de las placas cambia cada vez para lograr el efecto de color deseado.
“Parece tan simple como estampar, pero cada procedimiento de impresión requiere una intensa concentración. Aunque podría hacerse fácilmente en una computadora, copiando y pegando en Photoshop, hacerlo todo a mano es totalmente distinto. La ligera desalineación y las imperfecciones generadas son naturales y dan vida a la obra de arte”, explica Hong.
Las técnicas de Hong producen colores que ofrecen una sensación diferente a la de las pinturas convencionales con pincel. Aunque su trabajo es técnicamente un grabado, no crea múltiples ediciones porque cada pieza, hecha con numerosas placas de color y procedimientos de prensado, es única.
“La gente que me ha visto trabajar dice que el proceso es tan minucioso que casi parece original. No es tan rápido como dibujar, ni tan elegante como trabajar con ordenador. Es un método que inventé mientras intentaba hallar lo que mejor se adaptaba a mí”.
Hong utiliza rodillos de varios tamaños en sus impresiones. A través de su larga exploración del género y el control de la presión física aplicada, ha creado un estilo sensible y conciso.
PAISAJE DE CARACTERES
Hong nació en 1973 en Hwaseong, provincia de Gyeonggi, como la mayor de tres hermanos. Hasta que empezó la escuela primaria creció en el campo, donde no había otros niños con los que jugar. Sus únicos compañeros de juego eran los árboles, las flores, la hierba y los libros.
“Mientras ordenaba las pertenencias de mi padre tras su muerte, hallé un libro muy gastado con mis garabatos de la infancia escondidos entre sus hojas. La niña de ojos grandes que suelo dibujar está inspirada en esos primeros bocetos”, afirma.
Hong experimentó una profunda pérdida con la repentina muerte de su padre, justo tras convertirse en artista a tiempo completo. Su padre siempre le dio un fuerte sentido de refugio y protección, y al perderlo creó sucesivas obras rápidamente, como si buscara un amor perdido.
Fusión de grabado y pintura, el trabajo de Hong parece estar en algún punto entre la pintura oriental y occidental. Al mismo tiempo, se asemeja a una forma de ilustración o diseño gráfico. Con su forma híbrida y su estilo refrescantemente simple, su enfoque ha ganado atención desde sus primeras exposiciones individuales, como Peony y True Love, o como Always a Little Late, celebradas en 2003 y 2006, respectivamente.
La casa-estudio de la artista está frente a los muros de Suwon Hwaseong, una fortaleza de la dinastía Joseon y Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Es un antiguo edificio de estilo occidental renovado que sirve como galería y espacio abierto para alumnos de grabado.
“Disfruto trabajando sola, pero también valoro el tiempo para comunicarme con personas de ideas afines”, explica Hong. Sus experiencias de pérdida, y una infancia solitaria en la antigua ciudad fortaleza de Suwon, siguen influyendo en su obra a medida que sus paisajes de personajes evolucionan.
Realize. 2011. Color sobre algodón. 116 × 90 cm.
Hong incorpora elementos de la pintura tradicional coreana en su obra, como espacios en blanco, texto poético y sellos. También transmite mensajes complejos combinando ideogramas chinos, lo que facilita la expresión literaria y narrativa de las imágenes.
© Hong In-sook
Lee Gi-sookEscritora
Lee Min-hee Fotógrafo