Bart van Genugten, un imponente holandés apasionado por las historias y la narración, viajó a Corea por primera vez en 2014. Después se casó y creó un popular canal de YouTube llamado “iGoBart”, donde perfila a los veteranos de la Guerra de Corea de los Países Bajos y presenta lugares de Corea que a menudo pasan de largo.
Para sus segmentos de YouTube, Bart van Genugten usa una ligera cámara portátil mientras recorre diversos vecindarios en bicicleta.
La primera incursión de Bart van Genugten en Corea tuvo bastantes pasos en falso. En 2014 salió con una estudiante coreana que aprendía español en Málaga, lo que lo llevó a matricularse en el Centro de Idioma Coreano de la Universidad Sungkyunkwan en Seúl. Pero en vez de vivir en la capital se quedó al oeste, en Bupyeong, un distrito de Incheon donde la señalización pública no estaba pensada para extranjeros.
Crecer en Grave, una ciudad de Países Bajos de 8.500 habitantes, no le ofreció grandes habilidades para orientarse. “Me costaba acostumbrarme a esas gigantes estaciones de metro con un millón de salidas. Si no sabías coreano, siempre te perdías”, recuerda Van Genugten. “Tenía que lidiar con las dificultades de ser joven en una gran ciudad”. Sin embargo, Corea le dejó una impresión positiva y duradera.
Volver a Asia
Tres meses después, Van Genugten regresó a los Países Bajos y se puso a trabajar. Duró un año. Al ver que no estaba preparado para sumergirse en la vida rutinaria de una oficina, renunció y volvió a Asia. Pasó unas semanas en Corea y después se embarcó en un viaje de seis meses por China, Taiwán, Myanmar, Vietnam, Tailandia y Filipinas, pero su pasión por viajar persistía.
“Mi viaje por Asia fue bastante aburrido en general. Estuve solo todo el tiempo y me preguntaba: “¿Es esto la vida?”. Pero quería seguir viajando y Corea era el lugar más familiar. Tenía una curiosa mezcla de ser nuevo y totalmente ajeno para mí y, a la vez sentirlo realmente hogareño. Lo cierto es que existe un equilibrio real entre Asia y Occidente. Puedes sentirte cómodo incluso sin conocerlo todo”.
Matrimonio y cultura
Van Genugten explica su regreso a Corea a principios de 2017 con cierta ligereza, pero claramente fue un punto de inflexión en su vida. Para empezar, conoció a Hwia Kim, con quien más tarde se casaría.
“Nos conocimos en Tinder. Ella vivía en Sangsu-dong y yo en Hapjeong-dong, así que prácticamente éramos vecinos. Congeniamos muy bien. Eso fue justo antes de que tuviera que regresar a Holanda. Pensé que tal vez debería quedarme un poco más. A cada uno nos gustaba todo del otro y no había razón para no casarnos, así que dimos el paso”.
Tras casarse en 2019 se establecieron en el distrito Mapo, en Seúl, un barrio junto al río Han con muchos senderos para caminar y montar en bicicleta, varias universidades, boutiques, y lugares nocturnos populares entre los jóvenes.
Desde el inicio, los rápidos cambios de Corea fueron una constante fascinación para Van Genugten: “es muy interesante ver cómo un país pasó de la opresión colonial y la Guerra de Corea al éxito económico y la democratización antes de sufrir la crisis financiera asiática. Y luego, en menos de 10 años, se ha convertido en uno de los lugares más conocidos del mundo: es fascinante. Como estudié geografía humana [la relación entre las personas y su entorno], pude sentir que Corea estaba a punto de crecer de algún modo”.
Su enfoque pausado tranquiliza a los lugareños y les anima a compartir anécdotas sobre sus vecindarios.
Aventurarse en YouTube
En 2018, con la ayuda de Kim, Van Genugten creó el canal de YouTube “Sexy Green”. Centrándose en temas medioambientales, pensó en crear una empresa que vendiera productos respetuosos con el medio ambiente y promocionarla en su canal. Pero pronto su pasión por los viajes y la diversidad cultural le llevó a descubrir historias sobre lugares y personas, y generó un cambio en el nombre y la orientación del canal. Así nació “iGoBart”. “iGo” expresa el deseo de Van Genugten de visitar nuevos lugares y también es un juego de palabras, pues en coreano “aigo” es una exclamación que significa sorpresa, empatía o incluso tristeza.
Sus más de 300 vídeos han logrado unos 32 millones de visitas. Entre los más populares destacan los que entrevistan y cuentan historias de veteranos holandeses de la Guerra de Corea. La serie comenzó con unos videos que subió tras visitar Corea del Norte en 2018.
Para él fue como explorar una de las conexiones más profundas entre Países Bajos y Corea: “un par de miles de holandeses vinieron y combatieron aquí, y algunos murieron. Quería arrojar algo de luz al respecto antes de que fuera demasiado tarde, pues la mayoría de los veteranos supervivientes tienen 80 años o más”.
Algunos de los que entrevistó ya han fallecido, y como apenas queda un centenar de veteranos holandeses vivos, siente más urgencia. Pero en vez de evocar los recuerdos de la guerra, con su serie intenta mostrar a los veteranos que hay gente que aprecia sus sacrificios. Van Genugten es un narrador de historias. Algunas personas lo llaman influencer, pero él se siente más como “alista, creador de videos o YouTuber”. Afirma que todo el mundo tiene una historia.
“Me encanta escuchar historias. Realmente me inspiran. Mi padre es el menor de diez hermanos, ya tiene 70 años. Sus padres murieron hace 15 años, con 97, y sus abuelos conocieron a personas que lucharon en las Guerras Napoleónicas, una historia actualmente inalcanzable”.
En su proyecto actual, Van Genugten pretende explorar los 467 barrios de Seúl. Su mapa dibujado a mano va adquiriendo color tras cada visita.
2.000 kilómetros de descubrimientos
En 2021 le invadió el agotamiento. Van Genugten se sintió abrumado por la presión de subir contenido cada semana y los resultados eran menos satisfactorios. Sus videos reflejaban más las preferencias de sus sucriptores que lo que él quería contar.
Su esposa sugirió un viaje en bicicleta con un imperativo inspirador: “¡Observa lo que te da la vida!”. Entre julio y octubre de 2021 recorrió todo el territorio continental de Corea en bicicleta, unos 2.000 kilómetros de costa. Disfrutó de paisajes remotos y estampas costeras, y visitó lugares donde el tiempo parecía haberse detenido. Las zonas rurales de Gyeongsang del Sur y Jeolla del Sur mantenían “la vibra” de Corea en los años 1960 y 1970.
El viaje también le abrió los ojos sobre su vida y su hogar adoptivo. “Definitivamente comprobé que mi esposa es la mejor”. Van Genugten también experimentó una comprensión más profunda de su amor por la cultura coreana. Desde su refrescante e intransigente perspectiva, la belleza de la cultura coreana no está en la “imagen perfecta que se vende al mundo exterior”.
“Vi racismo y discriminación”, explica con franqueza, “pero también gente súper amable que me recibió en sus casas. Mientras otros decían: ‘¿¡Qué haces en mi pueblo!?’. Hallé un poco de todo, bueno y malo, pero esa imperfección es lo que me atrae tanto”.
Diferencias culturales
Van Genugten se autodefine como un “chico de campo”. Su educación rural lo impulsa a saludar a extraños, costumbre que muchos coreanos no comparten. “Me gusta conectar con la gente. A veces me cuesta más con los jóvenes, pero los mayores a menudo se paran a hablar contigo”, explica.
Según él, los holandeses son “súper directos”. Eso permite entablar amistades y conexiones inmediatas, incluso a primera vista. Discutir sobre religión, filiación política e incluso sobre la vida sexual de la gente no es un tabú. La diferencia entre la cultura holandesa y la coreana es, al menos en ese aspecto, particularmente notoria.
“Cuando ceno con alguien, en algún momento quiero hablar de política, preguntarle por el presidente o a quién va a votar. En los Países Bajos se puede hablar de estas cosas, e incluso tener fuertes discusiones pero seguir siendo buenos amigos o crear relaciones en base a controversias, algo que puede ser complicado en Corea”.
Por otro lado, la etiqueta coreana ha arraigado en su interior hasta tal punto que, cuando vuelve a los Países Bajos, aborda las conversaciones con más cautela. “Siento que me he vuelto más coreano, me importan más los sentimientos del otro. Vivir en Corea me ha hecho ser más consciente de mí mismo: siento que he incorporado lo mejor de ambos países”.
Aún así, Van Genugten asevera que solo es “un holandés que vive aquí y aprende sobre el país”, y considera misión imposible convertirse en un verdadero coreano. “Soy un feliz extraño en este país, pero me aceptan como soy y eso es suficiente para mí”.
Bienvenido a mi barrio
El año pasado, Van Genugten visitó un antiguo mercado tradicional en Gajwa-dong, un barrio del distrito Seodaemun, en Seúl. No era especialmente atractivo ni higiénico, pero le dejó intrigado. Recuerda que pensó: “‘¡No sabía que hubiera un lugar así!’ Y comprendió que había muchos lugares menos conocidos que merecían atención y muchas oportunidades de conocer Corea a través de ellos”.
Su proyecto más ambicioso en YouTube es una serie de videos sobre cada uno de los 467 vecindarios (dong) de Seúl. Tras recorrer casi 40 barrios asegura: “todos tienen sus propias historias y relatos. Es fascinante aprender sobre Corea gracias a esos pequeños detalles que convierten cada vecindario en algo intrigante”.
Presionado por tener que elegir su lugar favorito entre los ya ados, Van Genugten muestra un especial aprecio por su barrio, el distrito de Mapo: “es como mi ciudad natal de Corea, donde me crié. Conozco sus calles como la palma de mi mano. Ahí me siento como en casa y no quiero perder esa sensación”.
Con el tiempo espera complementar su serie con un libro, y completar sus experiencias con anécdotas de expertos y residentes.
Muchos seguidores coreanos comentan que Van Genugten, un extranjero, parece saber más sobre Corea que ellos, algo que él niega: “probablemente no, voy aprendiendo por el camino. No soy un profesor que enseña, sino una especie de antropólogo de las redes sociales”.
Van Genugten desea compartir su pasión y su ruta de aprendizaje. “Mi objetivo solía ser acumular suscriptores, pero eso es muy superficial, porque: ¿qué viene después? Es muy vano. No nos preguntamos por qué la gente hace ales, solo los vemos y disfrutamos. Eso espero que haga la gente en mi canal”.